La autopsia practicada a la pequeña Susannah Jean Murray, de tan solo 3 años, confirmaba las sospechas al respecto de la causa de su trágico fallecimiento: la muerte se debió a las mordeduras de uno de los tres perros de la raza pit bull que tenía la familia.
Instantes después de que sufriera el ataque, la pequeña había sido encontrada en su casa, en Gran Rapids, Michigan, con una gran herida en la cabeza.
Tras ello, en las inmediaciones, vieron que uno de los pit bull tenía sangre en el hocico, lo que hacía presagiar que habían sido sus mordeduras en la cabeza de la niña lo que la había matado.
La pequeña fue trasladada centro médico Helen Devos Children Hospital, donde fue operada urgentemente. Sin embargo, los esfuerzos por salvar su vida fueron en vano, y siete horas después acabaría falleciendo.
Según detalla USA Today, los adultos que se encontraban en casa habían comprobado solo cinco minutos antes del suceso que la niña estaba bien, pero justo después todo desembocaría en tragedia.
Aunque no se ha realizado ningún arresto, la Policía de Grand Rapids ha informado de que el incidente continúa bajo investigación y también están implicados en ella los Servicios de Protección Infantil.
Por su parte, los tres perros fueron trasladados a un refugio de animales, donde permanecerán en cuarentena.
“La raza de un pit bull, por sí sola, no es suficiente para condenarla. Cualquier perro puede morder”, manifestó el portavoz de la policía, Terry Dixon, quien sentenció: “Esto sirve como un crítico recordatorio para nunca dejar a un niño desatendido alrededor de un perro”.