La imagen de un coche descapotable flotando en el espacio se ha convertido en una de las impactantes del 2018. Esta decisión ha sido la última y posiblemente la mejor maniobra publicitaria del multimillonario sudafricano Elon Musk. Un genio y un visionario para unos y un vendedor de humo para otros. El objetivo que él mismo se ha puesto no es precisamente modesto, dice que quiere cambiar el mundo con diferentes inventos como: túneles bajo tierra para evitar atascos o los trenes en tubos de vacío a más de 1.200 kilómetros por hora.
Sin embargo, él mismo no se libra de los desaciertos en el mundo de los negocios. Su empresa Tesla Motors dedicada a los coches eléctricos registró el 2.240 millones de dólares de pérdidas el año pasado. Aún así, el emprendedor sudafricano no pierde el positivismo y afirma que el 2017 fue un año genial y que si su empresa no cobra, él tampoco lo hará.