En una carta enviada al consultorio Dear Prudence, esta madre cuenta entristecida cómo su suegra le arruinó uno de sus mayores deseos: descubrir el sexo de su bebé en el nacimiento.
Marido y mujer habían acudido al consultorio médico para una de las revisiones. En la ecografía, la pareja había mostrado su deseo de no saber el sexo del bebé. Sin embargo, la suegra no tenía las mismas intenciones.
"El equipo médico sabía de nuestra decisión de no saber el sexo de bebé, pero después de una de las ecografías me sorprendió ver a mi suegra en la oficina sonriendo de oreja a oreja. Unos días más tarde recibí mensajes de distintos miembros de la familia felicitándome por la niña que iba a tener", relata esta mujer.
Según averiguó después, la suegra había obtenido la información a través de un amigo que trabajaba como técnico en la clínica.
Después de aquello, la pareja ha decidido no informar a la familia del momento del parto, y no se lo dirán a nadie hasta que que estén en casa de nuevo.