Todo sucedió cuando la aerolínea en la que volaba asignó el último asiento del avión a la detenida, Charlene Sarieann Harriott. Según apuntan las pesquisas policiales, este fue el principal motivo del gran ataque de ira de la ciudadana. Fue en el momento del aterrizaje cuando Charlene Sarieann Harriott se levantó de su asiento desobedeciendo las indicaciones de la tripulación y comenzó a correr hasta llegar a la zona de la primera clase.
Tras intentar disuadirla, tres tripulantes de la empresa recibieron varios golpes y mordiscos por parte de la viajera. Los auxiliares de vuelo la redujeron y la maniataron con varias cintas adhesivas a uno de los asientos de la aeronave. Nada más aterrizar en el aeropuerto de Charlotte, el FBI subió al avión para arrestar a la norteamericana.
El equipo de policías emitió un comunicado en el que contaban la situación que se vivió dentro del avión: "Según pasaban los segundos se volvía más agresiva y violenta con la tripulación de vuelo. Mordió a un comandante y golpeó a otros dos". En estos mismos momentos, Charlene Sarieann Harriott se encuentra en la cárcel de Mecklenburg en Charlotte esperando a que se celebre un juicio que decida su pena de prisión ya que se enfrenta a tres cargos penales por asalto y agresión.