Los hechos se produjeron en la madrugada del martes cuando la Guardia Civil detectó la presencia de una aeronave no autorizada, sospechando que se trataba de un alijo. Entonces, se envió a efectivos del instituto armado que no encontraron el helicóptero, y volvieron a la zona ya con las coordenadas exactas.
Así, tras una batida se localizó el helicóptero accidentado y se desplegó un operativo para recuperar tanto los restos de los fallecidos, cuyos cuerpos quedaron muy dañados; como los fardos, que quedaron esparcidos por la zona.
Las labores para localizar todos los restos no fueron fáciles y se prolongaron varias horas. De hecho, hasta la tarde de este pasado martes no se pudo proceder al levantamiento de los cadáveres. El helicóptero también quedó muy afectado.
Respecto a la carga, según han publicado la prensa local, podría rondar entre 800 y 1.000 kilogramos de hachís, distribuidos en más de una treintena de bultos.
Además, se investiga el destino que podría tener este alijo. La aeronave estaba pintada de color negro, algo que suelen realizar para ser prácticamente invisibles por las noches.