La pareja había asistido a un enlace y viajaba por la carretera de una de las islas inglesas ubicadas en el canal de la Mancha. En un momento del trayecto, el coche en el que viajaban se salió de la carretera y se estrelló contra unas rocas.
La noticia del fallecimiento de la pareja sentó como un jarro de agua fría en la boda, que seguía celebrándose. Algunos asistentes al enlace comenzaron a llorar nada más conocer la noticia, según cuenta Independent.
Tras ello, amigos y familiares de la pareja acudieron al lugar en el que se había producido el accidente y mostraron sus respetos ante Stuart y Georgina, además de depositar flores en el lugar.
La madre del joven fallecido quiso compartir unas palabras con sus amigos en Facebook, y, entre otras cosas, quiso asegurar que los dos “estuvieron muy felices juntos”.
Así, el bufete de abogados Mourant Ozanner, lugar en donde trabajaba Georgina, emitió u comunicado en el que aseguraba que el personal estaba “profundamente entristecido” por su muerte.
Por su parte, un portavoz de la policía ha explicado que “pedimos una vez más que cualquiera que viese a la pareja en la boda, y sobre todo a cualquiera que lo viese salir, que contacte con nosotros”.