El progenitor de la víctima decidió salir en su búsqueda cuando llevaba más de un día y medio sin recibir noticias de ella. El padre de Bethany Lynn Stephens acudió a la vivienda de su hija y, al ver que nadie abría la puerta de su casa, anduvo por las zonas cercanas al hogar de la joven. Fue entonces cuando se encontró en el suelo el cuerpo de su hija que estaba custodiado por sus dos perros.
Lo que más ha llamado la atención de este extraño suceso fueron las condiciones en las que se encontraba el cadáver. El cuerpo tenía múltiples mordeduras y heridas en sus brazos, piernas, torso y cara. Fue el propio sheriff del condado de Goochland del estado de Virginia (Estados Unidos) el que calificó la escena como "espeluznante" en una rueda de prensa que se concedió tan solo un día más tarde.
En esta misma declaración a los medios de comunicación, el agente declaraba que después de realizarle la autopsia a la joven se pudo comprobar que Bethany Lynn Stephens murió por el ataque de sus dos pitbulls. "Parece que la tiraron al suelo, ella perdió el conocimiento, y fue entonces cuando los perros la atacaron hasta matarla. En mis casi 40 años en el cumplimiento de la ley, nunca había visto nada como eso" relataba el sheriff.
Al ver la agresividad con la que se estaban comportando los dos animales en el momento en el que acudieron el equipo de policía decidieron suministrar tranquilizantes para que se calmasen las dos mascotas. En estos momentos, los canes se encuentran en las dependencias de la policía aunque la familia de la joven ha pedido que se les sacrifique. Por el contrario, la mejor amiga de la fallecida asegura que los dos perros eran incapaces de hacer daño a su ama.