La imagen que se encontraron los agentes al llegar era durísima. Un coche sobre otro, completamente destrozado, y en su interior dos chicos muy jóvenes. Ismael, de 20 años, y su hermana Ainara, de 14. Un momento terrible para los servicios de emergencias. Sus cuerpos habían quedado atrapados entre los hierros. Los chicos habían comido en un restaurante, propiedad de sus padres, a dos kilómetros del lugar del accidente. Sólo se sabe que Ismael perdió el control del vehículo y terminó chocando con el coche que venía de frente, quizá por la lluvia. El conductor del otro coche sólo tiene heridas leves. Los hermanos serán enterrados mañana.