Koko mostró al mundo su inteligencia y rompió todas las barreras cuando aprendió más de 200 palabras del lenguaje de signos. La única gorila capaz de hablar en este idioma empezó con una de las palabras más simples, ‘beber’, y acabó inventando sus propios conceptos. Pero su enorme sabiduría se ha apagado mientras dormía a los 46 años de edad.
La muerte de Koko en el refugio de California (Estados Unidos) en el que vivía ha provocado un impacto entre sus cuidadores y los visitantes. “Koko tocó la vida de millones de personas como embajadora de todos los gorilas y fue un icono para la comunicación y la empatía entre especies. Ella fue amada y será profundamente extrañada”, expresó el comunicado recogido por Daily Mail.
De la mano de la científica Francine ‘Penny’ Patterson, Koko aprendió que no era ni ‘juvenil’, ni ‘adolescente’, sino simplemente ‘gorila’ y que, además, era “una gorila buena persona”. A pesar de las pretensiones nada ambiciosas de su maestra, quien confiaba en que el estudio sería un éxito si Koko aprendía tres palabras en cuatro años, la gorila llegó a inventarse sus propios conceptos cuando no conocía una palabra.
Así, ‘peine raspado’ hacía referencia a un cepillo de pelo y un ‘brazalete de dedo’ era un anillo. Esta capacidad de expresarse le dio la oportunidad de pedir el regalo de cumpleaños más especial: un bebé. Sin embargo, su deseo más profundo no se cumplió y tuvo que conformarse con cuidar, alimentar y regañar a sus muñecas.