Un hombre ha fallecido al ser sepultado por un acantilado que se derrumbó mientras paseaba con su esposa y su perro. El acantilado, de casi 8 metros de alto, cedió sin previo aviso y cayó sobre una playa del condado de Suffolk, al este de Inglaterra. La zona había sido fuertemente azotada por un temporal de viento y lluvia en los últimos días.
Sin embargo, el hombre, antes de ser sepultado, logró salvarle la vida a su mujer empujándola fuera de la zona de peligro. Los equipos de emergencia, también lograron rescatar con vida a su perro, que se quedó enterrado por la arena.
Los vecinos cercanos se lanzaron apresuradamente con palas y otros instrumentos para desenterrar al hombre y liberar a la víctima, sin embargo, cuando lo encontraron ya había fallecido, según informa The Sun.
"Fue un accidente triste. Los acantilados se vieron afectados por las altas mareas. Hubo una caída a principios de la semana pasada y se pusieron vallas y señales para advertir a las personas del peligro. Sin embargo, no se podían colocar señales a nivel de playa, porque se los habría llevado la marea. La erosión a lo largo de la costa varía, pero es algo inevitable. Cuando hay acantilados inclinados en la playa, es inevitable que se derrumben", señaló el experto en costas Mike Chandler.