La gran mayoría de los conductores menores de 30 años confiesa que a veces son imprudentes, pero no resuelven la situación. Las principales víctimas de sus temeridades son los motoristas, que no se sienten respetados por los conductores. Un nuevo informe sobre distracciones ha demostrado que el 67 por ciento de los conductores usa el teléfono móvil, mientras que un 20 por ciento reconoce que bebe mientras conduce y otro 10 por ciento consume otro tipo de drogas al volante.