En 1987, Michael Jackson mostró por primera vez en el videoclip de ‘Smooth Criminal’ el famoso paso de baile que popularizó y que consiste en una inclinación hacia adelante de 45 grados. Sus seguidores, frustrados después de muchos intentos fallidos por imitarle, concluyeron que era “imposible” y que debía tratarse de una ilusión. Sin embargo, el cantante demostró sus poderes “paranormales” encima de un escenario.
Un equipo de tres neurocirujanos del Instituto de Postgrado de Educación Médica e Investigación de la India, se propuso esclarecer el secreto y han obtenido resultados convincentes. Así, lo primero que descubrieron fue que la mayoría de los bailarines profesionales no pueden inclinarse más de 25 o 30 grados.
El mito de Jackson no paraba de crecer, ya que “desafiaba a la gravedad desplazando sus músculos erectores de la columna vertebral al tendón de Aquiles”, algo “imposible” para los científicos. “Este movimiento permite un grado muy limitado de flexión hacia adelante desde las articulaciones del tobillo, manteniendo una postura rígida y recta, a menos que sea Michael Jackson”, escribieron los investigadores en el Journal of Neurosurgery.
Tras este descubrimiento, los científicos estaban cerca de desvelar el secreto y dieron con el truco que inventó Jackson. El intérprete de ‘Thriller’ desarrolló un zapato especial que incluía una ranura triangular en el talón. Justo en el momento de elaborar este paso de baile, Jackson accionaba una clavija metálica en el suelo del escenario y lograba inclinarse “más allá de los límite fisiológicos”.
Desvelado el truco, los investigadores no quisieron restarle mérito al cantante y destacaron su “impresionante” habilidad física. “Incluso con calzado especialmente diseñado y el soporte del miembro de enganche, el movimiento es increíblemente difícil de lograr, ya que requiere la fuerza del núcleo atlético de los músculos de la columna vertebral y de los miembros inferiores”, concluyeron.