México, Australia, La Polinesia, Egipto y también España, son algunos de los mejores destinos para practicar este deporte.
Las exquisitas aguas de México no podían faltar en esta lista para amantes del buceo. Por ejemplo, a pocos metros de la costa de playa Maroma, se puede bucear y hacer esnórquel junto a peces tropicales y tortugas marinas muy amigables.
Llegar a la famosa Gran Barrera de Coral desde Cairns es pan comido. La ciudad se encuentra a menos de una hora en barco de la maravilla natural australiana. Una vez allí, podrás descubrir el Patrimonio de la Humanidad más grande del mundo, con más de 34.000 hectáreas.
En la bahía de Mahebourg, protegida por una barrera de coral, está la Laguna Azul, una masa de agua de color azul cielo y de poca profundidad. Si tienes suerte, durante la inmersión te puedes cruzar con algún tiburón.
En España también tenemos destinos para los amantes del buceo y el esnórquel. Uno de ellos es El Portitxol, en Jávea, donde la claridad de sus aguas y la gran cantidad de vida marina atraen a cientos de buceadores cada año.
Peces ángel, peces payaso y tiburones son algunas de las especies marinas que se pueden ver en Le Morne. La playa tiene dos zonas: una ideal para los deportistas de kitesurf y windsurf y otra para los viajeros tranquilos que sólo quieren tomar el sol y disfrutar del agua.
En esta zona existen varios complejos turísticos dedicados exclusivamente al buceo y al esnórquel pero, a pesar de su popularidad, se conserva en un estado envidiable. Además de explorar los arrecifes se puede nadar con delfines y tortugas marinas.
"Estar en cavernas literalmente llenas de agua y ver el efecto cromático con destellos de luces gracias al sol que atraviesa el agua es algo único". Cuenta Loca por México.
Este resort es el único edificio que hay en la pequeña isla de Mabul, uno de los paraísos para los amantes del buceo. Si tienes suerte, puedes cruzarte con un caballito de mar enano o con un tiburón de buenas mandíbulas.
El Coveta Ipiranga es un buque que se hundió en 1983 cerca de la isla de Fernando de Noronha. Desde entonces, cada vez son más los buceadores que se animan a visitar el barco sumergido.
Es el segundo sistema de coral más grande del mundo después de la Gran Barrera australiana, con una longitud de unos 300 kilómetros cuadrados.
Nungwi es un pequeño pueblo de pescadores que, desde los años 90, se ha hecho muy popular entre los amantes del buceo y la naturaleza. En el pueblo hay un acuario de tortugas marinas.
En una zona poco turística de Bali, la playa de Tulamben y sus profundidades son de una belleza única. Aquí está el barco naufragado USS Liberty, cubierto de coral y de familias de peces.
El Campello es uno de los destinos donde se puede empezar a practicar este deporte. Hay varias empresas con cursos para todos los niveles, desde principiantes a profesionales.
