En la mañana del día 2 de julio de 2012, Manuel Reija encontraba entre las diez y las doce de la mañana del 2 de julio del 2012, dos días después de haberse celebrado el sorteo, un boleto en el mostrador de su establecimiento y comprobó si tenía premio. Así era.
Ese día, según cuenta en 'La Voz de Galicia' esperó en su despacho por si aparecía el propietario. Al no presentarse nadie, se personó en la delegación de Loterías en A Coruña, de la que su hermano es el máximo responsable. Así empezaron los trámites para poder cobrar el suculento premio de 4,7 millones de euros.
Este 25 de septiembre, más de dos años después y más de 220 personas investigadas como posibles dueños del boleto, Manuel iba a cobrar el dinero, además lo haría libre de impuestos ya que el resguardo se selló antes de la reforma de la ley, pero un juzgado de A Coruña ha revocado la fecha de expiración del plazo ante una demanda civil. A Manuel le toca seguir esperando.