La hija de la fallecida había intentado, sin éxito, ponerse en contacto telefónico con su madre durante tres días, por lo que se acercó a su domicilio y, junto a un vecino, subió a la vivienda, le dio un fuerte olor y vio el cuerpo sin vida, según declaraciones realizadas por la Policía Local.
Según han explicado, tras recibir el aviso, los efectivos policiales entraron en el inmueble utilizando una llave de la hija y encontraron el cadáver. Por su parte, la Policía Judicial se hizo responsable de la custodia del cuerpo hasta la llegada del forense.
Aunque el médico no certificó la muerte natural dado que el fallecimiento se había producido hace alrededor de tres días, fuentes de la Policía Local de San Miguel han señalado que la muerte probablemente se deba a causas naturales.
Ahora, el Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife será el encargado de practicarle la autopsia y determinar las causas de lo ocurrido.