“Una carta para mi marido en el fin de semana que me voy con mis amigas”, titula Meghan la carta. “Te escribo esto sin amor, pero no temas. Quiero aclararte unas cosas antes de que te embarques en este fin de semana solo… con los otros”, comienza la irónica carta de esta madre de Illinois. “La noche, el día, el desayuno o cualquier momento cercano a la comida puede ser fácilmente confundido con el infierno, con Satán disfrazado de My Little Pony”, prosigue.
Meghan advierte a su marido para que no se confíe. “Tan pronto como llegues a casa, las cosas no parecerán tan malas. Los otros te abrazarán, saltarán y estarán entusiasmados de verte”, añade. Sin embargo, luego sus seis hijos empezarán a pelearse por todo. Y le señala que tampoco son capaces de ponerse de acuerdo ni para decidir qué comer. De hecho, por cada pelea una de sus hijas se tirará cinco minutos llorando.
Por encima de cualquier cosa le aconseja que no se siente y se relaje después de cenar. Todo parecerá en calma y eso significará que los niños se han dormido en cualquier parte, algo que sería su perdición. Si esto pasa de madrugada se despertará y no le dejarán dormir. Por ello le advierte y recalca que debe acostar a los niños a las nueve y media de la anoche. Y el último consejo le deja en la carta: “el desayuno, já, es ta divertido como la cena, o incluso peor. Toma café. MUCHO café”.