Con la llegada del verano los adolescentes españoles cuentan por lo general con más tiempo libre y los festejos populares también se incrementan en estas fechas. Fiesta en la playa, música, baile, pero sobre todo alcohol, el eterno protagonista en este tipo de acontecimientos.
Los datos oficiales apuntan que en España se empieza a beber a la temprana edad de los 13 años. Y en la calle, los propios protagonistas, los jóvenes, así lo confirman.
Tienen claras las consecuencias, desde las más graves hasta las pasajeras, pero aun así cada fin de semana tres de cada diez chicos y dos de cada diez chicas repiten la experiencia.