Jakubek, originario de Newburgh, una pequeña localidad al norte de la Gran Manzana, había destacado desde la escuela secundaria como un excelente nadador, algo que mantuvo como buenas marcas en su etapa como estudiante en la universidad pública del estado de Nueva York.
Desde hacía días estaba apuntado para una plaza como socorrista en la playa de Nueaset en la exclusiva zona de veraneo de Cabo Cod, en el estado de Massachusetts. Pero para ser seleccionado, debía antes realizar unas pruebas de aptitud para las que el joven Jakubek seguro que estaba preparado.
Por eso nadie de su entorno se explica qué pudo pasar para que Jack se ahogara. Tras el terrible accidente, según informa New York Daily News, los equipos de rescate trasladaron a Jakubek a un hospital del Cabo Cop donde solo pudieron certificar su fallecimiento.
Esta tragedia ha cortado de raíz los planes de futuro de Jack que a pesar de estar recién graduado en la universidad ya pensaba en volver a ella para entrenar a las jóvenes promesas de su equipo de natación.
Su entrenador de buceo, Brian Tobin, le recordaba con cariño al afirmar sobr él: “Era el tipo de persona que descubrió lo que quería de la vida y fue a buscarlo".