A sus cinco años, la Infanta Sofía, no quería desprenderse de su chupete. En más de una ocasión se le ha visto aferrada a el. Su madre, la princesa Letizia, ha intentado por todos los medios quitárselo y, casi desesperada, ha tenido que inventar una historia: un potrillo recién nacido necesitaba el chupete.
La Infanta Sofía ha decidido regalarle su chupete a un potrillo. Así ha conseguido la princesa de Asturias que su hija pequeña dejara el chupete.
En el bautizo de Sofía vimos como la princesa Letizia le ponía nerviosa el chupo. Aunque hay veces que el chupo saca de algún apuro a los padres, con el tiempo, la princesa de Asturias, como muchas madres y abuelas, ya no supo cómo quitárselo.
Con cuatro años vimos a la infanta aferrarse a su chupete mientras paseaba de la mano de su abuela. No había forma de que lo soltase.
Ante esta situación la princesa de Asturias no ha tenido más remedio que echar mano de la imaginación. Se inventó que cerca de Zarzuela había nacido un potrillo y que estaría bien que Sofía le diese su chupete. Así fue. La pequeña infanta se lo quitó y lo dejó en una silla para regalárselo al potrillo.
Los médicos recomiendan que lo niños no lleven el chupo más allá de los tres años.