El violador abusó de una niña de 5 años y lo siguió haciendo hasta que la pequeña cumplió 10. Ocurrió en Cantabria y la sentencia llegó el pasado año indignando a la opinión pública por su corte sexista. Los jueces le redujeron la pena a 3 años y 9 meses porqué descartaron la "agresión sexual" al considerar que los abusos no se produjeron con violencia. La sentencia alegaba que "no se ha probado que la menor opusiera resistencia física o protestara, llorara o gritara". Algunos colectivos consideran discriminatoria y sexista esta lectura que deja a las mujeres indefensas y vulnerables ante sus acosadores.
Otro caso refuerza estas afirmaciones. En Navarra, una magistrada le preguntó a una mujer que denunció por agresiones sexuales si "opuso resistencia a las agresiones y si cerró bien las piernas. El Consejo General del Poder Judicial consideró esas palabras por "la necesidad de concretar el empleo de la fuerza física y la oposición o resistencia de la víctima frente a la agresión". La sentencia a los miembros de La Manada no son un caso aislado.