El hombre se había sacado una cita para realizar la prueba de conducir automóviles y furgonetas con remolque de hasta 750 kilos.
El hombre no solo despedía un fuerte olor a alcohol, sino que además hablaba con dificultad por lo que los funcionarios no tuvieron dudas de su estado.
El insólito suceso fue publicado por el periódico argentino Clarín que se hizo eco de lo ocurrido el pasado martes en una oficina de la Dirección General de Tránsito en la ciudad de Rosario.
El aspirante a conductor también fue sometido a una prueba de ingestión de drogas, pero esta dio negativo.
El secretario de la Dirección, Guillermo Turrin, informó que, tras los resultados positivos en el test de alcoholemia, se declaró no apto para tramitar permiso de ninguna clase hasta febrero del 2019.
El funcionario, además, explicó que hace varias semanas tuvieron un caso similar al presentar una persona a realizar el examen de conducir después de haber fumado marihuana.