Su nombre es Celino Villanueva Jaramillo, nació en Chile y es probablemente el hombre más longevo del mundo. Así lo afirma el medio The Guardian, quien se ha hecho eco de su historia, la cual está dando la vuelta al mundo.
Bien conocido por los medios locales, don Celino nació el 25 de julio de 1896 según su documento nacional de identidad, pero hace ya mucho tiempo desde que perdiese su certificado de nacimiento.
Concretamente, fue hace 20 años, cuando el domicilio en el que vivía se incendió y se quedó sin nada y en la calle hasta que apareció una mujer, Marta Ramírez, con 63 años entonces, para rescatarle.
Fue ella quien decidió acogerle en su hogar, y reconoce que nunca se hubiera imaginado compartir tantos años con él desde aquello: “Tenía 99 años y no pensé que fuese a durar mucho más”, afirma, en declaraciones recogidas por The Guardians.
Marta Ramírez tiene ahora 85 años, y nadie en Chile duda de que don Celino tiene 121: “Comprobando nuestros registros, Celino Villanueva Jaramillo efectivamente nació el 25 de julio de 1896, y sigue vivo”, afirman desde el Departamento Demográfico de Estadísticas de Chile.
Pasado más de un siglo, es de prever que Celino atravesase etapas complicadas. Dedicó toda su vida a trabajar el campo para un terrateniente, pero un día, dándole una palmada en la espalda, éste le informó de que iba a ser reemplazado por un trabajador más joven y que debía abandonar la casa donde vivía, pues a cambio del trabajo y una pequeña compensación, le proporcionaba residencia.
Así, a los 80 años recibió el duro golpe de verse obligado a marcharse y alquilar una humilde vivienda en el pueblo costero de Mehuín. Sin embargo, ahí no acabaría el drama, pues años después todos sus esfuerzos se verían frustrados con el incendio que le haría perder todo hasta encontrar la solidaridad de quien le acogió.
Ahora, con 121, al terrible obstáculo de la precariedad se suma el mero paso del tiempo. Con una Sanidad donde la atención geriátrica especializada está reservada a los pacientes con Sanidad privada, su estado de salud se agrava. Tiene un 90% de ceguera debido a las cataratas, un 85% de sordera, y está desdentado, lo cual, en su conjunto, hace complicado que se pueda expresar con claridad.
Con todo, don Celino, que puede ser la persona más longeva del mundo, continúa en posesión del valor más preciado e incalculable: el calor y el cariño de quienes le conocen y están con él.