Cuando Hollie era pequeña y estaba en el instituto tenía muchos amigos pero un día los que dijeron ser sus compañeros se pusieron en su contra y comenzaron a acosarla. Poco a poco, todo el que podía se metía con ella tanto física como psicológicamente, hasta tal punto que se pasaba las comidas en el baño escondida y cuando llegaba a casa disimulaba los moratones que sus compañeros le habían hecho.
Según pasó el tiempo, "comenzó a tener ataques de pánico y estaba psicológicamente enferma". Tras pasar dos años sufriendo este tipo de abusos, decidió contárselo a sus padres que rápidamente decidieron apartarla de ese colegio. En ese momento, le llegó el email dónde le pedían que se suicidara por ser fea. Según recuerda, "nada más irme recibí el email y menos mal que estaba mi madre en casa, porque si no hubiera hecho una locura. Me planteé durante mucho tiempo suicidarme".
Al año siguiente, comenzó el curso en otro colegio y volvió a tener amigos aunque seguía teniendo problemas de confianza y seguía pensando que ella no servía para nada. Hollie afirma que "cuando te repiten tantas veces que no sirves para nada, acabas creyéndotelo y piensas que no mereces ni el aire que respiras".
Según cuenta Daily Mail, con 17 años, y por suerte, se metió en un concurso de belleza pensando que "podía hacerlo y no debía mirar atrás". Desde entonces, ha conseguido numerosos premios y hará un concurso de Miss contra el acoso escolar para conseguir dinero contra el bullying.
Próximamente también concursará en Miss Internacional e Intercontinental.