Este martes ha hecho su primera ruta entre la Bretaña francesa y Southampton. En sus 360 metros de eslora hay hueco para 23 piscinas, una réplica del Central Park y una pista de patinaje, además de sus más de 6.000 pasajeros.
Las cifras del Harmony abruman: 2.747 camarotes para más de 6.000 pasajeros o las más de 1.000 butacas del teatro que alberga. Y eso es sólo el principio. Los astilleros franceses tardaron cuarenta meses en construirlo, para lo cual se emplearon 2.500 trabajadores y diez millones de horas. El precio total de las 227.000 toneladas que pesa esta embarcación han costado 1.000 millones de dólares.
Este coloso no será nada sin sus 2.100 miembros de la tripulación de 77 nacionalidades, que se moverán por las 16 plantas del barco. Un crucero que está plenamente orientado a la diversión, a juzgar por las 1.380 butacas de su teatro y el tobogán de una de las piscinas, el "Ultimate Abyss", que tiene diez pisos de altura. Los vertiginosos números se completan con las 11.000 obras de arte que exhibe el crucero y las más de 10.000 plantas que logran una réplica a pequeña escala del famoso Central Park.
Ahora el Harmony of the Seas, con sus 16 restaurantes, ya surca el Mar Mediterráneo. Y continuará su viaje sin cesar. Este verano el Puerto de Barcelona podrá ser testigo de la majestuosidad de este crucero de la compañía Royal Caribbean.