Los Bailey estuvieron durante varios meses buscando desesperadamente a su gato por todo Saint Fergus (Escocia). Sin embargo, con el paso del tiempo, fueron perdiendo la confianza y sus intentos por encontrarle fueron cesando.
Sin embargo, una llamada les volvió a llenar de alegría. Una protectora de animales les comunicó que le habían encontrado, muy cerca de la zona donde desapareció y que habían comprobado que se trataba de él gracias al chip. La familia apenas se lo podía creer. “Ha vuelto más gordito- así que no se ha quedado sin comida. No me puedo creer lo sano que está. Incluso ha vuelto a jugar con su ratón de juguete”, dijo Adele Bailey a la ‘BBC’.