Los responsables consideraron intolerable que este trabajador se ausentase estos tres minutos en 26 ocasiones durante un periodo de siete meses.
Los instructores estimaron que había violado la ley de servicios públicos que establece que los funcionarios deben concentrarse en sus puestos de trabajo.
La sanción y la rueda de prensa que los responsables de la oficina montaron para dar a conocer esta sanción ha levantado ampollas en la sociedad japonesa que empieza a sensibilizarse con la conciliación laboral y familiar.
Algunos han recurrido a las redes sociales para preguntarse por los que dejan su puesto de trabajo para fumar o los que se ausentan para ir al baño.
No es la primera vez que un hecho así ocurre en esta localidad japonesa. El pasado mes de febrero otro funcionario fue suspendido durante un mes por haber dejado su oficina para comprar su almuerzo durante su jornada laboral. En este caso su absentismo sumó 55 horas a lo largo de seis meses según cuenta www.japantimes.co.jp.