Amalia recuerda con ternura aquellos años pero niega rotundamente que a esa edad pudieran haber tenido una relación más profunda. No cree que estuviese enamorada, "a esa edad yo no conocía el amor, el amor lo conocí cuando fui más grandecita", explica a la Radio Mitre de Buenos Aires.
"Jugábamos al agua, a la rayuela, bailábamos, es algo muy lindo de recordar", declaró. "Después jugaba al fútbol con los muchachos", lo que no hace más que confirmar una pasión del sumo pontífice, hincha confeso de San Lorenzo, por este deporte.
Amalia aseguró que el joven Jorge Bergoglio "era una maravilla, todo un muchacho". "Siempre fue una persona que siendo niño era grande, maduro", apunta.