Según ha indicado la coordinadora de la Junta de Dirección del hospital, Elsa Palou, los dos siameses --inicialmente se había dicho que eran dos niñas-- fueron separados con éxito tras una operación que duró algo más de seis horas, pero uno de ellos falleció poco después.
El cirujano Mario Noé, uno de los ocho médicos que participaron en la intervención, ha relatado al diario 'El Tiempo' que los niños "tenían el tórax que estaba compartido; el pericardio --que es el que cubre el corazón-- estaba compartido y también el hígado".
Según el médico, uno de los dos pequeños tenía problemas en el corazón y pese a que se trató de salvarle mediante una intervención finalmente falleció. "El niño más grandecito logró salir, se logró realizar la reconstrucción del tórax, al igual que la pared del abdomen y esperamos, si Dios lo merite, él evolucione y pueda salir adelante", ha confiado Noé.
El padre de los siameses, el joven campesino Angel Noel Godínez, ha dicho que el menor fallecido, al que han llamado José Esaú, será enterrado en su aldea natal, Concepción de María, en el sur del país. El otro siamés recibirá el nombre de Josué Jacob.