Extinguido el incendio originado el domingo en Cómpeta (Málaga)

Según los datos del Infoca, prosiguen los trabajos tanto para la medición final de superficie total afectada como para investigar las causas del fuego, labor que está llevando a cabo la Brigada de Investigación de Incendios Forestales de la Junta de Andalucía (BIIF), compuesta por ocho agentes de Medio Ambiente.

La zona afectada está catalogada como interfase, ya que el núcleo poblacional se encuentra próximo a un espacio forestal, por lo que la Junta de Andalucía declaró el nivel de gravedad 1 del Plan de Emergencias por Incendios Forestales, según han recordado desde la Junta en un comunicado.

Durante estas dos jornadas, el despliegue realizado ha sido "muy importante", movilizándose a un total de 400 profesionales, junto a 15 vehículos autobomba, además de técnicos, agentes de Medio Ambiente y la Unidad Médica propia del dispositivo (UMIF). También se desplazaron la Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones (UMMT) de la provincia y la Unidad Avanzada de Análisis y Seguimiento de Incendios Forestales (Unasif).

A los medios terrestres se sumaron 23 aeronaves despachadas durante las labores de ataque al fuego: 10 helicópteros de transporte y extinción, cuatro de gran capacidad, cinco aviones de carga en tierra, dos aviones anfibios y dos de coordinación y vigilancia. Cuatro de estos aparatos son propiedad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente --dos aviones anfibios y dos helicópteros de gran capacidad--.

Además, han colaborado siete dotaciones del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga, asesores técnicos de Emergencias 112 Andalucía, Protección Civil y el Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA); Guardia Civil de Málaga, Unidad del Cuerpo Nacional Adscrita a la Junta de Andalucía en Málaga (Policía Autonómica), Policía Local y EPES-061, junto con varias agrupaciones de Protección Civil de los municipios cercanos.

Una rápida respuesta "desde la primera hora"

La respuesta del dispositivo fue "rápida", desplegando en la zona cinco medios aéreos y numerosos efectivos terrestres durante la primera hora del incendio. Este hecho, junto a los tratamientos selvícolas realizados en los cortafuegos de la Sierra de Tejeda en el otoño e invierno pasados, evitó un siniestro forestal de mayores consecuencias, así como que las llamas causasen daños materiales de consideración en el núcleo urbano de Cómpeta.

La actuación de todos los equipos de extinción se vio dificultada desde el comienzo del fuego por el viento terral, excepcionalmente seco, y una humedad relativa inferior al 35 por ciento, además de la abrupta orografía de terreno, con pendientes muy pronunciadas que impedían el acceso con vehículo a ciertos lugares, a los que sólo se podía llegar a pie.

Estas circunstancias pusieron a prueba a todo el dispositivo, "cuya profesionalidad quedó de nuevo de manifiesto en las casi 48 horas de trabajo", han destacado desde el Gobierno autonómico.