Según BuzzFeed, esta mujer ha protagonizado tres pruebas —que han ofrecido "un resultado devastador"— con el pelo moreno que ha tenido "toda la vida" y, después, con el pelo rubio, que en esa ciudad norteamericana "no es solo un color", sino "un estilo de vida".
Prueba 1. Algunos de sus compañeros salieron a la calle y solicitaron a los viandantes que describieran la fotografía de Lytle con tres palabras de un listado previamente preparado.
Prueba 2. La columnista le dio a 'me gusta' a los perfiles de 100 hombres de Tinder —una aplicación para conocer a personas nuevas— para comprobar cuántos respondían del mismo modo.
Prueba 3. Devin salió a la calle con el mismo vestido para ver cuántos hombres se dirigían a ella con malas palabras o piropos mientras paseaba.
En la primera prueba, el único término que coincidió con ambos colores de cabello fue "creativa". En la mayoría de los casos, cuando las personas vieron a Devin con el pelo moreno pensaron que era más seria y distante, mientras que de rubia resultó más curiosa y dulce.
En la segunda prueba, los resultados fueron aún más drásticos. Con el cabello oscuro, la mujer obtuvo de vuelta 33 de los 100 'me gusta', mientras que siendo rubia recibió 88 respuestas positivas.
Durante la tercera prueba, cuando iba con color moreno ningún transeúnte prestó atención a Devin, al contrario que de rubia, cuando tres hombres se dirigieron a ella.
Estos hechos resultaron tan frustrantes para la protagonista que llegó a llorar de rabia e indignación porque estimaba "estúpido" que la trataran de manera diferente por su color de pelo.
Como conclusión, Devin Lytle asegura que "para lo único que me sirvió ser rubia fue para demostrar que la sociedad tiene nociones preconcebidas sobre los tonos del pelo", pero solo porque gran parte de la sociedad estime que "ser blanca y rubia" sea la belleza ideal "no significa que sea verdad".