Según informa ‘Infobae’, el suceso ocurrió en una localidad tailandesa. Lekyen de 42 años encontró a su gato sin vida en el cuarto de su hijo. Cuando se dispuso a acercarse al cuerpo de animal, pudo ver unas escamas bajo la cama del pequeño.
Inmediatamente llamó a un rescatista que acudió a la casa para sacar a la pitón de tres metros atrincherada bajo la cama. A pesar de que sufrió una pequeña mordedura al intentar capturarla, finalmente consiguió llevarse al animal.
Su hijo de 13 años estaba durmiendo en el cuarto de su madre, evitando así encontrarse con el animal. "Debe tener un ángel guardián. Se durmió en mi habitación y decidí dejarlo allí", explicó la madre.