Un fotógrafo belga de 51 años decidió hacer el reto del "Ice Bucket Challenge" con un hidroavión que le tiró desde seis metros 1.500 litros de agua. A esa altura tanta agua fue como si le tiraran piedras y sufrió numerosas lesiones. Ahora se encuentra recuperándose en un hospital de Girona.
Los Mossos d'Esquadra ya han finalizado su investigación y han imputado al piloto del avión por un delito de lesiones por imprudencia. En cambio, según los responsables de la empresa que gestiona el aeródromo, la víctima pudo haber pedido al piloto del hidroavión, amigo suyo, que le tirara agua para grabarse dentro de la campaña 'Ice Bucket Challenge' para ayudar a los enfermos de esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
Aun así la empresa sigue con una investigación interna siguiendo unos protocolos de calidad y recabando información para determinar las razones del incidente y la responsabilidad del piloto.