Sin descartar ninguna hipótesis, los Mossos buscan sin descanso a un hombre que ayer tiñó de sangre las calles de Ciutat Vella, en Barcelona.
Eran las siete de la tarde cuando, según testigos, el presunto asesino, que al parecer estaba comiéndose un bocadillo, apuñaló violentamente a un hombre mayor. Unos dicen que le había recriminado un robo, otros que fué sin mediar palabra alguna.
No se sabe si hubiera acabado con su vida de no pasar un vecino en moto, que casi atropellando a ambos, provocó la huida del atacante a pie.
A los pocos metros el sospechoso tropezó con una segunda víctima: un hombre de 64 años. También a él le apuñaló y murió poco después.
El pánico cundió entre los vecinos que gritaban pidiendo auxilio porque un loco estaba apuñalando a gente en plena calle. Iba a cara descubierta, pero consiguió escapar. Aunque se produjo alguna detención posterior, finalmente no tenía relación con el crimen.