Según informa The Times of Israel, los agentes, tras consumir unas pizzas empezaron a sentirse indispuestos. Comenzaron con mareos y vómitos que terminaron por llevarles hasta el hospital aquejados con diarreas y dolores de estómago.
Pronto las sospechas se dirigieron hacia las pizzas por lo que las preguntas al propietario del restaurante se centraron sobre los ingredientes de las mismas. Su confesión fue inmediata. Reconoció que aliñaba sus pizzas con marihuana sintética a la que denominaba "extra de 'Sr. chico bueno'".
Su justificación es que se limitó a respetar los deseos de los agentes a los que preguntó que qué tipo de extras querían para sus pizzas y que ellos le respondieron que podía agregar "los que quisiera".
Ahora la policía está a la espera de conocer los análisis que se realiza a las pizzas para iniciar un procedimineto que podría finalizar con el cierre del restaurante por peligro para la salud pública.