La Policía ucraniana ha confirmado que el hombre realizaba las fotografías con su teléfono móvil. Según han recogido varios medios, tras su detención, que se llevó a cabo al amanecer, el agresor declaró que creía que nunca lo identificarían porque vendía las imágenes a una página australiana, en lugar de a una de su país.
"El teléfono móvil del hombre está lleno de evidencias. Lo encontramos escondido en la habitación del bebé, entre sus juguetes", ha confirmado el portavoz de la policía. Las imágenes eran vendidas posteriormente a páginas porno australiana. En concreto, fue la policía de este país la que descubrió lo ocurrido y se lo comunicó a sus compañeros ucranianos.
Por su parte, el subjefe del departamento nacional de Ciberpolicía de Ucrania, Vitaly Chubaevsky, ha confirmado que la madre no sabía nada. "El hombre violaba a la niña cuando su madres no estaba o se encontraba cuidando el jardín", ha dicho. Por ello, la madre tan solo se enteró de lo sucedido cuando los agentes irrumpieron en la casa. Tras esto, se convirtió en la testigo más importante, horrorizada por lo que su marido había hecho.
El hombre, que es un ex militar ucraniano que dejó de trabajar tras un accidente en el año 2014, podría pasar hasta 15 años en prisión si se confirma la violación.