Nació en diciembre de 2012, y desde entonces, su sonrisa iluminó a su familia a diario. Sus primeros meses de vida fueron completamente normales, la única preocupación de Sarah Walton, madre de la pequeña, era saber qué pañales comprar. Pero todo cambió cuando a los cuatro meses le detectaron un tumor cerebral, tras comprobar que la cabeza de Ellie sufría un gran bulto.
Y entonces comenzó la montaña rusa de sentimientos, así explica Sarah el momento en que escuchó las duras palabras; "Su hija sufre un tumor cerebral por el que corre peligro su vida", además, los médicos alertaron que "si no se opera de urgencia, sus probabiliades de sobrevivir son escasas".
A principios de 2013 la pequeña parecía estar recuperada, pero de pronto se enteraron de que su tumor era uno de los 60 casos extraños de una enfermedad de la que se desconocía un correcto tratamiento. Tras pasar más de siete veces por el quirófano y enfrentarse a quimioterapia, la pequeña no ha podido vencer la dura batalla a la que se enfrentaba.
Su madre, Sarah Walton, publicaba esta conmovedora imagen para dar la noticia a todos los que habían ayudado a la familia durante años, "Hoy Ellie ha ganado las alas más fuertes y bellas. Ahora mismo no tengo palabras, sólo gracias a Dios por dejarme ser su mamá".