“Había algo que no me cuadraba en él, pero no podía acusarle de nada.”, declaró Holly Eudy a Inside Edition.
Kohlhepp, un agente del estado de Spartanburg (Carolina del Sur, Estados Unidos), fue arrestado el pasado mes de noviembre después de que encontraran a una mujer que había raptado encadenada en un contenedor de almacenamiento en su jardín. Tras el hallazgo de la mujer se descubrió, también, que en el jardín había restos de cuerpos humanos que habían sido enterrados.
Kala Brown, la joven hallada en atada en el jardín, le dijo a la policía que Kohlhepp había disparado a su novio, Charlie Carver, enfrente de ella y que había enterrado a otras personas en su propiedad, según informa Mirror.
La joven, que fue privada de libertad durante dos meses, era violada dos veces al día por su secuestrador. Además, éste le recordaba siempre “lo bueno que era” matando gente y que había asesinado a su novio porque “es más fácil controlar a alguien cuando le has quitado a un ser querido.”
Kohlhepp se declaró culpable de haber matado a otras siete personas, incluyendo el asesinato de cuatro personas que llevaba trece años sin haber sido resuelto. A pesar de sus confesiones, el acusado evitó la pena de muerte y fue sentenciado a siete cadenas perpetuas sin libertad condicional.
Eudy confirmó que Todd había usado dinero que ella le había facilitado para comprar el contenedor de almacenaje, que según él era para guardar suministros, pero nunca pensó que hubiera cometido ningún crimen ni hubiera mantenido secuestrado a nadie allí, ya que lo había visitado en varias ocasiones y solo había encontrado latas y agua.
Holly conoció a Todd en 2006, cuando ya había asesinado a cuatro personas, pero solo supo que estaba en peligro cuando vio las imágenes de la liberación de Kala. “Me quedé boquiabierta cuando lo escuché.”, ha afirmado.