El cuerpo del joven ha podido ser encontrado porque los autores del asesinato han confesado el lugar en el que se encontraba el cadáver, según recoge el diario La República. Los asesinos son, nada y más y nada menos que, dos de las primas de la víctima de 15 y 16 años, un vecino de 17 y el padre de este de 40.
De hecho, los acusados estaban participando en las labores de búsqueda del chico cuando comenzaron a mostrarse muy nerviosos, insistiendo en todo momento en que la marcha del joven había sido voluntaria. En ese momento, los familiares sospecharon de su actitud y llamaron a la policía quienes después de las pertinentes investigaciones, les ha detenido.
Por lo visto, los dos hombres acudieron a la casa del joven para reclamarle el dinero que les debía: 46 euros, fue entonces cuando le dieron un golpe en la cabeza y le dejaron inconsciente. Tras ello, se llevaron el cuerpo, le descuartizaron y asaron algunas partes.