Un pequeño pueblo a las afueras de Nantes fue testigo de la desaparición de la familia Troadec el pasado 16 de febrero. Dejaron los platos sucios en el fregadero, la nevera llena de comida y la ropa mojada dentro de la lavadora y, desde entonces, no se ha sabido nada de ellos, según informa Ouest France.
Se trataba de una familia francesa aparentemente normal. En la casa vivían los padres Brigitte y Pascal Troadec, de 50 años, y sus hijos Sébastien, de 21, y Charlotte, de 18.
Desde el día de la misteriosa desaparición, no han acudido a sus trabajos y sus teléfonos móviles están desconectados. Al parecer, según informó la policía a medios locales, en el domicilio se encontraron rastros de sangre pertenecientes a varios miembros de la familia "algunos de los cuales habían sido limpiados", indicó el lunes por la noche la fiscalía.
Fue la hermana de Brigitte quien avisó a la policía de la falta de noticias de los Troadec. Cuando la familia acudió al domicilio, comprobaron que ninguna cama tenía sábanas y tampoco estaba el coche de Sébastien, un Peugeot 307.
Las investigaciones se centran en el joven de 21 años por su personalidad complicada. Según informa Le Parisien, en el pasado el padre había tenido problemas depresivos y su hijo "ciertos problemas psicológicos".
Es más, en 2013 Sébastien fue imputado por amenazas de acoso y muerte a varias personas, entre ellas a compañeros de su colegio. Además, sus redes sociales revelan la mala relación que tenía el joven con sus progenitores, posiblemente, por un problema de alcoholismo de su padre.
Asimismo, en sus redes hablaba mucho sobre la muerte y, en verano, se tatuó tres lágrimas bajo el ojo, lo que en países latinoamericanos se relaciona con un pasado en la cárcel o con el luto por la pérdida de un familiar, según informa El Confidencial.
Sin embargo, esta desaparición sigue siendo todo un misterio y está bajo secreto de sumario. De momento, las únicas informaciones conocidas no descartan la implicación de una o varias personas en la desaparición de la familia Troadec.