Los hechos tuvieron lugar la mañana del 9 de septiembre. La mujer acudió a la comisaría del distrito en su coche. Interpuso la denuncia, tal y como han confirmado los agentes, y entonces se le perdió el rastro. Su coche apareció al día siguiente en el entorno de su vivienda, en la calle Vía Lusitana.
Cristina mide 1.70 de estatura, pesa 84 kilos, calza el número 42 de pie y es de complexión fuerte. Usa gafas graduadas, tiene la piel morena y es de origen dominicano. Su teléfono está apagado desde el día de la desaparición.
Rafael, su marido, ha denunciado lo ocurrido y se ha puesto en contacto con la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas. En declaraciones a 'Europa Press', no cree que se trate de una desaparición voluntaria, porque vive con su hija de 10 años, con la que está muy unida. Además, ese fin de semana tenía en casa a una pareja de amigos de visita.
La mujer está en el paro en España, aunque en Santo Domingo había trabajado como abogada y notario. Además, la mujer había prestado dinero a particulares de forma legal, lo que le había generado amenazas relacionadas con ello, ha indicado el esposo.