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Para una madre es doloroso tener un aborto, para Ayshia ese dolor se aumenta porque a lo largo de 15 años ha tenido 13 abortos. Explicaba que "le costó mucho volver a intentarlo" y llegó a esperar dos años, pero creyó que ésta era su última oportunidad de tener un hijo y lo intentó por 14 vez.
Esta vez consiguió dar a luz, pero cada día durante los nueve meses que duró el embarazo pedía que se cumpliera su sueño y que "no fuera nada mal".
Sus padres están orgullosos del trabajo del hospital para que Ayshia no sufriera una vez más la dolorosa pérdida de su hijo no nacido. Ella afirma que lo único que le da pena es que los padres de su marido no estén vivos para poder conocer a su nieto.
Según Mirror, durante todo este tiempo ha tenido una persona cuidándola a todas horas para que no hiciera ningún tipo de esfuerzo innecesario. Su cuidadora afirmaba estar "muy contenta de ver que todo ha salido bien" y que "ha sido un placer cuidar de Ayshia todo este tiempo".