James Reeve-Shillito, un auxiliar de Clínica Veterinaria de 28 años, ha cumplido su sueño después de 14 años de espera. El residente en Peterborough (Inglaterra) se ha sometido a una cirugía “sencilla” para cercenar su lengua y “parecer una serpiente”, aunque esta no ha sido su primera transformación.
Mientras James valoraba extirparse parte de la lengua, fue modificando su cuerpo poco a poco. Así, con 14 años se perforó por primera vez una oreja y se tatuó un pequeño dibujo. “Hasta los 18 años tenía principalmente piercings porque era lo único que me permitían cuando era más joven, pero tan pronto como cumplí los 18 años, los piercings salieron uno por uno y empecé a tatuarme”, explicó el joven a Metro.
James, que tiene tatuajes en el torso, los brazos y las piernas, aseguró también que quería partirse la lengua “desde que tenía 13 años”, pero le pareció que era “demasiado extremo”. Sin embargo, no se olvidó de la idea y con 27 años acudió a un cirujano para que le operara. “Todo el proceso duró unos 20 minutos, desde que cogió el bisturí para cortarme la lengua por la mitad hasta coser las heridas”, especificó James.
La operación, que costó casi 600 euros, “no fue dolorosa”, aunque no puede decir lo mismo del postoperatorio: “El dolor llegó cuando comenzó la hinchazón extrema y duró unos cinco días.”, lamentó, aunque lo peor de la curación fue “no poder dormir ni comer y tener un sabor horrible en la boca”.
James también sopesó las ventajas y los inconvenientes de tener la lengua partida: “Puedo lamer ambos lados de mi boca al mismo tiempo, aunque tengo problemas cuando se trata de lamer un helado”, dijo. Sin embargo, no se arrepiente de esta operación y aseguró que es “una de las mejores cosas” que ha hecho.