La investigación comenzó cuando los familiares de la víctima enferma de alzhéimer denunciaron a la cuidadora tras haber detectado el desvío de una gran cantidad de dinero, ha informado la policía catalana este miércoles en un comunicado.
La trabajadora se ganó la confianza de la anciana encargándose de varias tareas, con lo que también consiguió tener acceso a su cartilla y tarjetas bancarias, y en 2015 empezó a retirar dinero de la víctima que traspasaba a su propia cuenta bancaria: hasta 2017 se apropió de 98.430 euros.
Retiraba el dinero del cajero más cercano al domicilio de la víctima --normalmente entre 300 y 600 euros-- y unos días después ingresaba una parte o la totalidad en su propia cuenta bajo el concepto de 'salario'.
Además de estos reintegros, que cada vez eran más frecuentes, la cuidadora ordenó una transferencia de 3.000 euros desde la cuenta de la víctima, que se ingresó bajo el concepto 'trabajo'.
La detenida fue citada a declarar pero no supo explicar el origen de todos los ingresos, por lo que fue detenida y pasó a disposición judicial el 8 de abril, tras lo que quedó en libertad con cargos.