Según recogen varias fuentes de Russia Today, este tipo de trastorno se llama de Identidad de la Integridad Corporal y lo pueden padecer personas absolutamente sanas. Algunos individuos desde la infancia experimentan una ansiedad y gran deseo de convertirse en parapléjicos porque, aunque esté completamente sana, quieren deshacerse de esa extremidad que, según ellos, les molesta y en algunos les duele. Al final, muchos logran esa imputación deseada a través de un daño autoinfligido o mediante cirugía.
En los escaneos cerebrales los científicos encontraron exactamente esta parte del lóbulo parietal derecho que funciona con cierta anomalía en las personas que desean irresisitiblemente eliminar una de sus extremidades. Debido a que las áreas sensoriales primarias del cerebro siguen funcionando normalmente, los pacientes pueden ver y sentir esta parte del cuerpo. Sin embargo, no la perciben como parte de su propio cuerpo por esa disfunción. El disenso entre lo que experimenta y lo que ve en realidad esa persona parece causar una fuerte excitación en el sistema nervioso, que pueden intensificar el deseo de amputarse esa parte del cuerpo.
En un artículo publicado en la revista 'Scientific American', Paul McGeoch, profesor del Centro para el Cerebro y la Cognición de la Universidad de California, asegura que en un trabajo conjunto con neurólogos de la Universidad de Northwestern (Illinois) y el neurocientífico Peter Brugger, de la Universidad Hospital de Zurich (Suiza) se pudo establecer la causa de este tipo de trastorno.
El problema se esconde en el cerebro, en particular se trata de una disfunción de un área específica del lado derecho del cerebro que está implicada en la asociación de la imagen de nuestro cuerpo, aseguran. Desde hace tiempo se sabe que el trastorno de la imagen corporal surge tras una apoplejía u otro incidente que daña el lado derecho del cerebro, en particular el lóbulo parietal.
A partir de su investigación conjunta, el grupo de científicos internacionales ha asignado como 'xenomelia' el síndrome de disfunción de una parte del lóbulo parietal derecho. Según los investigadores, este estudio ha servido para iluminar el funcionamiento del cerebro humano y establecer cómo emerge la imagen corporal en las personas.