La “gran idea” de este maltratador de animales fue divulgar a través de las redes sociales su pasión por la tortura y el sufrimiento de las mascotas. Cuando colgó en su muro de Facebook la foto de un perro crucificado, fueron miles de usuarios los que comenzaron a criticar la acción, hasta tal punto que el mexicano tuvo que cerrar la cuenta.
Aarón se defendía de las críticas alegando que el perro ya estaba muerto y él no había tenido nada que ver con eso.
Como asegura el portal Actualidad.rt, además de la foto con el perro, el joven también había publicado una foto en la que parecía muy sonriente con el cráneo de una oveja.