Un trabajador de la limpieza en pleno centro de París denuncia la situación que están viviendo en la ciudad. Tras la crecida del Sena, la aparición de ratas en las calles ha proliferado. Se ha inundado su hábitat y estos roedores tienen cada vez menos miedo. El gobierno planea invertir un millón de euros en trampas y veneno para acabar con ellos.