La pasta siempre ha sido motivo de polémica: se aconsejaba restringir su consumo durante la cena porque los carbohidratos que contiene se almacenaban en el cuerpo en forma de grasa, de manera que se reducirían las calorías ingeridas y se detendría el aumento de azúcar en la sangre. Fruto de esta idea surgieron nuevos planes alimenticios, como la dieta Atkins, la Paleo y la Keto, que sugieren cambiar la pasta, el pan y las patatas por verduras, pescado y carne.
Sin embargo, un estudio recogido por The Telegraph ha desvelado que los hidratos de carbono pueden formar parte de una dieta saludable y pueden ayudar a las personas a perder peso. Un grupo de investigadores canadienses lo ha descubierto tras realizar un metaanálisis de 30 estudios. Entre las conclusiones a las que llegaron, los científicos destacaron que la pasta no solo no provoca aumento de peso, sino que consumirla tres veces a la semana puede ayudar a las personas a bajar casi medio kilo en cuatro semanas.
El doctor John Sievenpiper, autor principal del estudio y científico del Centro de Modificación de Riesgos y Nutrición Clínica del Hospital de St. Michael, Toronto, recalcó que la pasta es beneficiosa siempre y cuando “se consuma como parte de un proceso dietético saludable”.
La investigación, realizada sobre una muestra de 2.500 individuos, demostró que la pasta tiene un índice glucémico bajo, por lo que es recomendable para personas que buscan perder peso o para los diabéticos, ya que “se absorbe más lentamente en el torrente sanguíneo y no causa niveles altos de azúcar en la sangre”.
Naveed Sattar, profesor de Medicina Metabólica de la Universidad de Glasgow, señaló que “el tamaño de la porción es importante”, por lo que “no hay razón para que cause aumento de peso si se consume en cantidades modestas”.
Sin embargo, algunos nutricionistas declararon que la pasta no ha de ser refinada, lo que produciría “picos en los niveles de azúcar en sangre, ya que el cuerpo los descompone de forma rápida y fácil”.