Serios y cabizbajos llegaban al entrenamiento los compañeros de los tres jugadores detenidos. En mitad del entrenamiento llegaba la noticia de que la juez los ha enviado a prisión. Poco después el club ha hecho pública su expulsión inmediata y definitiva. El capitán de la Arandina ha mostrado la consternación del vestuario. Víctor de 22 años, Carlos de 24 y Raúl de 19 se acababan de incorporar esta temporada al club. Llevaban en Aranda sólo tres meses. En el pueblo, conmoción, porque muchos conocen a los detenidos y también a la joven. El caso recuerda inevitablemente a la Manada. Y paradójico: El más joven colgaba un mensaje en las redes en repulsa por la violencia machista: “No sé cómo todavía puede haber gente así. No más por favor”