La Secretaría general del Congreso ha realizado un estudio acerca del número de marcas de disparos que quedan del 23 de febrero de 1981, día del intento fallido del golpe de estado por parte de un grupo de Guardia Civiles, con el teniente coronel Antonio Tejero a la cabeza.
El estudio se basa en el informe original realizado en 1981, en el que se habían registrado un total de 37 marcas, de las cuales 26 tenían identificado un origen claro y en las 11 restantes no se contaba con una certeza total.
El texto también recalca las obras realizadas a lo largo de los años en el Salón de Plenos, destacando la de 1988, cuando se cambió la bancada de escaños o se modificó el solado. Además, en 1999 se registra que el arquitecto conservador de la Cámara elaboró un informe en el que hablaba de 33 impactos de bala.
Tras las últimas obras, se ha concluído la existencia de 35 marcas de disparos en en Congreso, con el descubrimiento de ocho nuevas marcas y la desaparición de las cinco marcas situadas en la tribuna de prensa.
El presidente del Congreso, Jesús Posada ha recordado que antes de las Jornadas de Puertas Abiertas de los próximos 3 y 4 de diciembre, tiene previsto exponer ya la marca de un disparo del 23-F registrado en una rejilla de ventilación del Salón de Plenos.