Karl Pollard y su hija Stephanie compraron una habitación doble en un hotel del grupo Travelodge, que era la única que quedaba disponible. El hombre de 46 años dijo que llevaría a su hija Stephanie, de 14 años, a visitar a su madre, que padecía cáncer de pulmón.
Las sospechas comenzaron cuando la recepcionista del hotel le miró extrañada. El padre narra al Independent su reacción ante la confusión con un pedófilo y asegura que "no podía creerlo. Ya fue un viaje emocional, pero fue mucho peor."
A los 10 minutos de dejar sus pertenencias, alguien llamó a la puerta. "Una mujer policía estaba parada allí. Pensé que algo le había sucedido a mi madre o a mi esposa.", explica el señor Pollard. Sin embargo, el motivo de la presencia del agente policial se debía a que había recibido una alerta por parte del hotel. "Creen que eres un pedófilo que acecha a niñas menores de edad", le dijo la Policía.
Pollard y su hija estaban muy asustados. Stephanie pensaba que le iban a separar de su padre. Los dos fueron entrevista por el oficial. El grupo hotelero dijo que se toma sus responsabilidades para proteger a los niños y jóvenes vulnerables muy en serio. Informaron a las autoridades, pero la policía abandonó el asunto rápidamente debido al error.
Un portavoz les pidió disculpas y dijo que el afectado recibió un reembolso completo. La sospecha resultó ser un malentendido. No obstante, el equipo de hoteles ha informado en otras ocasiones de lo que creían de era una actividad sospechosa. El año pasado se repitió el mismo caso con un padre viudo, Craig Darwell.